Últimas noticias desde Chios

Las autoridades de Chios empiezan a desmantelar el campamento de Souda y se preparan para su cierre definitivo.

A pesar de que la situación en el campamento es difícil y las condiciones de vida no son buenas, el fin de este campamento es una noticia que nos preocupa y entristece, ahora os contamos porqué.

En primer lugar, debemos reconocer que la noticia no nos sorprende demasiado, ya que el ayuntamiento llevaba al menos un año diciendo que querían cerrar el campamento, y aún más, afirmándolo «vamos a cerrarlo», después de que éste fuese fuertemente atacado e incluso incendiado por grupos fascistas vinculados a Amanecer Dorado en el pasado mes de noviembre.

No quieren a los refugiados allí, también es palpable el rechazo por parte de algunos sectores sociales, por ejemplo, los refugiados tienen prohibido el acceso a algunos establecimientos y bares de la ciudad, y en otros, se les habla a gritos y con muy mala educación. Aunque debemos mencionar que otras personas les aceptan, les ayudan y en algunos pequeños comercios les hablan con cariño y educación. Por este rechazo que comentamos, creemos que estaban buscando la excusa y las circunstancias que les facilitasen el cierre del mismo.

Ese momento ha llegado ahora que las ONGs se ven obligadas a abandonar Grecia, se han desmontado las tiendas que había en la playa, según comentan algunos «porque estamos en temporada de turismo y no quieren que se vea la playa llena de tiendas de campaña con refugiados», ACNUR ha recortado algunos servicios como los autobuses que conectaban los dos campamentos de la isla y, sobre todo, el hecho de que desde hace más de un mes no han llegado nuevas balsas, a excepción de dos, hace unos días. Como no llega más gente, han empezado a vaciar el campamento enviando a mucha gente a Atenas y Tessalonica, aunque sin el asilo asegurado, allí deberán continuar con el largo proceso de entrevistas y de dar explicaciones de porqué piden asilo y porqué sus vidas están en peligro. A otros tantos los han deportado.

Nos cuentan quienes continúan viviendo allí que esta semana han empezado a desmontar muchas tiendas y alojamientos, en principio, parece que los que han ido quedando vacíos, sin dejar la posibilidad de alojar a nuevas personas en el caso de que llegasen y sin pensar en redistribuir a quienes allí viven hacinados, de manera que tengan más espacio.

La opinión generalizada es que es muy raro que no llegue más gente, además teniendo en cuenta el buen tiempo y el estado calmado del mar. Algunos pensamos que no llegan más balsas porque hay gente que no quiere que lleguen, imaginamos que algún pacto hay con Turquía, además del famoso «Tratado de la Vergüenza», para lograr que Turquía vigile más la frontera, o incluso, la cierren definitivamente.

Creemos que las personas que necesitan abandonar su país, por ejemplo Siria, seguirán haciéndolo, pero de esta manera se ven obligados a tomar rutas más largas y más peligrosas.

No tenemos todavía noticias sobre que pasará con el campamento militarizado de Vial. Una de las ideas que se barajaba inicialmente era cerrar ambos campamentos y construir un nuevo de centro lejos de todo lugar habitado, no sabemos si se llevará a cabo, pues la ausencia de nuevas arribadas, junto con todo lo anteriormente mencionado, ha propiciado el cierre de Souda sin necesidad de trasladar a la gente a un nuevo centro.

Nos entristece lo que está sucediendo. Por ahora, el campamento de Vial continúa, pero está lejos de la ciudad, lejos del hospital, lejos de las escuelas y centros de actividades para los refugiados, los voluntarios no tienen acceso al mismo para realizar actividades, repartir ropa y cubrir otras necesidades, o simplemente pasar algún tiempo con ellos, incluso ha habido problemas y casos de detenciones a voluntarios solo por permanecer en el aparcamiento de entrada del mismo. Por estos motivos Souda nos parece un lugar mejor.

Según nos cuentan algunos el cierre definitivo de Souda se producirá en dos o tres meses, según otros, al ritmo que van acabarán con el campamento en pocos días.
Parece que la intención inicial de las autoridades era cerrarlo en solo diez días.

Reconocemos que nos alegramos por las personas que están siendo trasladadas al continente, pero la situación en conjunto nos preocupa.
Llegados a este punto, no sabemos todavía que hacer al respecto, excepto, por ahora, difundir la noticia, los hechos y nuestras reflexiones y preocupaciones al respecto.

Nos acordaremos siempre de aquellos días en Souda, y de los buenos y malos momentos que pasamos allí todos juntos.

Queridos amigos, deseamos que estéis lo mejor posible y que tengáis suerte en vuestro largo viaje tratando de empezar una nueva vida.

No war
No borders

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Las fotos de Vial provienen de la pagina de facebook «Vial refugee camp«

La isla de Chios (Grecia)

En la isla de Chios (Grecia) hay dos campamentos, cada uno con capacidad para 500 personas. Lamentablemente está llegando gente nueva a un ritmo mayor del que salen (deportados o hacia otros campamentos en la Grecia continental). Cada día suelen llegar una o dos balsas, a veces más, lo que hace una media de unas 60 personas diarias, en ocasiones incluso 100.
Al estar los campamentos llenos se empezó a situar a la gente en tiendas de campaña en la playa exterior al campamento. Las condiciones de vida en este lugar son incluso peores que en el campamento: a la orilla del mar, con humedad, viento, ratas, poco espacio…

Hace poco las autoridades decidieron no inscribir a nadie más en el campamento ni ofrecerles si quiera estas tiendas de campaña para refugiarse. De manera que las nuevas personas que llegan no son inscritas oficialmente, no obtienen el ticket para la comida, ni la tarjeta sanitaria, no tienen alojamiento, y se ven obligados a ir caminando desde la oficina de asilo hasta la ciudad o el campamento de Souda (unos 7km), buscando un lugar donde pasar la noche.

 

Siguen llegando personas y seguirán llegando, por necesidad, porque huyen de la guerra y de zonas inestables en las que no pueden vivir. Y al llegar a la Europa democrática, la supuesta Europa de los derechos, se encuentran con esta situación inhumana.
Y la solución no es deportarlos ni impedir su acceso a la isla. La solución seria en primer lugar, acondicionar mayores espacios abiertos (no centros de detención aislados) donde puedan asentarse teniendo unas condiciones de vida dignas, y sobre todo, acogerlos ya en los países Europeos, así como hacer algo para poner fin a la guerra.