De los campamentos de refugiados que lindan con la frontera de Macedonia, EKO es el que reúne unas condiciones «más habitables», si los comparamos con sus vecinos Hara o Bp, o con las situaciones que sufren en los campos militarizados. Además, lo conocemos en una época benigna en cuanto a lo meteorológico. Pasadas, que no olvidadas, las bajas temperatura y lluvias de meses anteriores, ahora se disfruta de una agradable temperatura antes de que llegue el abrasador verano a esta zona.
Cualquiera que se diera un paseo al atardecer por este campamento podría llegar a pensar que está en un camping donde la gente disfruta de unas relajadas vacaciones: Animación para los más pequeños; música y baile para los hombres jóvenes; incluso algunas noches proyección de cine.
Es de alabar la tarea de hacer más llevadera la estancia en los campos de refugiados y evitar que la incertidumbre y la desesperación haga mella en el ánimo de los refugiados.