Día intenso donde los haya.
                Reparto
de tareas y equipos:.
                -Un
equipo se encarga de preparar la comida para el campamento de Vasilikia. Es la
primera vez que se hace esta tarea. A las 19:00 horas


                Josean,
Sergio, Julen, Agnes, Ana y Paula, van a Polikastro a recoger medicamentos de
Médicos Sin Fronteras, varias cajas de pan de pita (280 unidades), y a
ayudar  en el traslado de medicamentos a
Tesaloniki.   
                -Otro
equipo se dirige a los campamentos de Vasilikia y Lagandikia para seguir
poniendo extintores y montaje de luz. En Vasilikia se nos niega la entrada, sin
mayor motivo. No se nos dices el porqué,
Así que nos vamos a Lagandikia.
Ahí por un lado Manel, Ruben y
Arnau, se dedican a acabar de poner extintores, instalar la luz en la escuela
del campamento y algunos carteles que indiquen la salida del mismo.
Mientras, Saioa y Bego se dedican
a conocer la labor que diferentes ONGs están realizando en el campamento, como
son: ACNUR, DRC  ( Danish Refugee
Council), School for refugees, y Yafra.
El objetivo de esto es valorar en
qué medida podemos colaborar en el campamento con algún tipo de proyecto
educativo, que inicie vías y maneras de ir solucionando situaciones de
dificultad social, de relación o convivencial que pueda haber en el mismo.
Para ello, Bego se puso en
contacto con un “líder” del campamento, para un estudio aproximado de lo que
necesitan.
Bego dedicó los días de ayer y
hoy a esta tarea, lo cual ha servido para conocer a más gentes, y más líderes
en el campamento, e iniciar una relación cercana que permita esta tarea.
La propuesta es muy bien recibida,
y ahora queda establecer las bases de lo que supone echar a andar un proyecto
de trabajar sobre todo con la infancia, con el objetivo de “limpiar su alma” ,
vaciar las emociones que traen con todo lo que supone venir de un país en
guerra.
-Entre una  y otra entrevista, un ministro del gobierno
griego, no s ha felicitado dos veces por la tarea que EREC-BOMBEROS DE NAVARRA
está realizando en Lagandikia.
Sus palabras textuales han sido
“estamos muy contentos con EREC, porque estáis trabajando muy bien, lo hacéis
muy bien, y SIEMPRE CON UNA SONRISA”
Además de ello, nos ha comunicado
que ha hecho una solicitud para que podamos entrar en todos los campamentos.
Ahora queda esperar la respuesta
a la solicitud.
También nos ha pedido disculpas
porque no nos han dejado entrar en Vasilika. Por lo visto nos han debido
confundir con otra ONG.

-Por la noche, parte del grupo ha
ido al puerto de Tesaloniki a repartir mantas a un grupo de inmigrantes
procedentes de Pakistán y Afganistán. 

Una pequeña reflexión.

    Amanece un día más en una Grecia resquebrajada por un sol abrasador que no da tregua, por
una crisis que se palpa en cada rincón, en los socavones de las carreteras, en las innumerables
naves industriales abandonadas, calles rotas, … ruinas… ruinas… Los mal llamados refugiados, no‐refugiados, inmigrantes, ilegales, alegales, esperan en tiendas escondidas en polígonos
industriales y convertidas en auténticas calderas, deambulan por las carreteras, duermen en
bancos, casas abandonadas, desesperan una vez más ante las poderosas mafias para que les
saquen de este país reseco y exprimido por las políticas europeas a un destino desconocido. Destino sin nombre, en el que probablemente volverán a perder la escasa dignidad que
todavía pueden atesorar tras esta brutal travesía por el desierto de la hospitalidad en busca de
una vida que pueda ser vivida. Solo quieren ser personas, y ser tratadas como tal. PERSONAS. Como tú y como yo. PERSONAS.

     La búsqueda de una vida digna para ell@s, para sus hij@s, probablemente sea el único empuje
que les haga continuar en este camino y no rendirse. Y en el epicentro de este fracaso
europeo, de este fracaso humano, todavía es posible encontrar ojos que sonríen, miradas de
agradecimiento y muestras de generosidad que en este contexto adquieren la dimensión de
infinitas. Miradas que se te clavan y a duras penas puedes aguantar estas dosis de realismo sin
romperte por dentro.

    Pero ¿de qué me voy a quejar yo? Si se que en unos días volveré a la rutina, a la distancia, mientras aquí se seguirá librando una batalla por la supervivencia, como en otros cientos de
lugares del mundo, sin altavoces, sin cámaras. El olvido, esa arma mortífera que planea sobre
tantas realidades que ni siquiera soy capaz de intuir. He convivido con la cara y cruz, con la
impunidad de decisiones que arrastran a la muerte, al abandono, a la desesperación, a la
depresión a miles de personas (como tú y como yo) y con la esperanza y entrega de otras
tantas que se dejan la piel intentando aportar un poco de humanidad a esta locura. OPEN THE BORDER!!!!
Me quito el sombrero ante la generosidad que han demostrado los griegos que he podido
conocer en esta corta estancia. A su manera y en la medida de sus posibilidades, que tal y
como está el país, no son muchas: Gracias! Eskerrik asko!! Efjaristó!!

Axioupouli y sus campos

Os dejamos la crónica de nuestro compañero Xabi Luna en su paso por los campos de Grecia en su viaje en bicicleta hacia Estocolmo. 
Si quieres acompañarle puedes clickar en: Pedaleando por los refugiados.
Lo tengo comprobado, mi mejor cargador de baterías es la gente.El día 5 de julio llegué a las 16:00 de la tarde bastante fundido del calor, los kilómetros y del ritmo de rodar y escribir. Dos días más tarde, a pesar de haber estado más de diez horas cada día haciendo cosas, estoy con mucha más energía.
En esta zona de la Macedonia griega es donde mayor número de campamentos se concentra. Y eso que han desmantelado muchos de ellos. Y no de cualquier manera. Compañeros me han contado como a las cuatro de la madrugada las autoridades entraban con escavadoras, despertaban a los refugiados y les obligaban a salir dejándose lo poco que tenían en las tiendas. Horas más tarde ese campo no existe y las escasas pertenencias son un montículo de recuerdos que será quemado en días.
Estos dos días he podido ir a tres campos, Kalochori, Sindos y Lagkadikia. Pero hay muchos más. Algunos alejados de los núcleos urbanos, otros en polígonos, otros en edificios abandonados. Pero muchos refugiados estancados en suelo griego a la espera de una solución.
He compartido dos días con tres compañeros de Help Na, Xabi, Saioa y Ana. A las horas de conocernos ya parecían semanas, después de dos días, ya hay un vínculo imborrable. Es curioso ver como personas tan diferentes, en situaciones tan humanas, crean lazos muy fuertes. He disfrutado mucho con ellos, también con miembros del EREC  (una asociación de rescate de Cataluña) con los que trabaja nuestra asociación y otras personas que han venido de manera independiente a ayudar en lo que sea.
En el campo que estuvimos el primer día, los proyectos los marcaba Diane, una chica americana que lleva semanas mejorando la situación de ese campamento con dinero que recauda de EEUU. El 6 de julio, con las txarangas sonando en el recuerdo, primero ibamos al mercado a comprar verduras. Stephano, un griego encantador nos ayuda a negociar el mejor precio. Mientras cargamos, un hombre se acerca y me pregunta, “¿Eso que compráis es para los refugiados?”, al decirle que sí, me lleva a su bajera y me regala 50kg de patatas. “Esa pobre gente está muy mal…” Nos vamos a dejarla en Sindos para que puedan repartirla. Conforme dejamos las verduras, la música suena al otro lado del pladur de la nave que Swiss Cross, usa como almacén. Los niños pintan las caras de los monitores, juegan y se evaden por unas horas de ese mundo de tiendas de campaña.
De ahí a comprar material para las reparaciones de Kalachori. La idea mejorar los lavabos, la zona de contenedores y varios toldos. De las cinco tareas cumplimos tres. Ya son las 20:00 de la tarde y el cuerpo pide descanso y nos queda una hora de coche hasta Axioúpouli.
Llegar a ese pueblo es sumergirte en la vida griega, desconectar y recuperar con el resto de voluntarios, gente local y algunos refugiados que viven ahí como Farah o Elissar.
Al día siguiente toca comprar verduras y repartirlas en otro campo. En el almacén del EREC, preparamos una mesa, 5 personas por línea y a embolsar verduras para las familias:460. Con todo montado nos llaman para decir que toda actividad se supende. La mala coordinación de los que gestionan los campos casi echa a perder 1000€ en comida, pero Laura contata con Lagdarikia y nos vamos hasta allí. Mientras unos preparan las bolsas para el nuevo campo, otros revisamos el sistema de incendios con la encargada del campo. En breve implementarán un sistema en caso de incendio, ya hemos puesto la primera piedra. En este lugar, aunque no deja de ser un campo, se respira otro ambiente. Los refugiados sonrien más, se involucran en las actividades y reparaciones del mismo para hacerlo más habitable. Y las ONG trabajan para dignificarlo lo más posible. Sin ser una solución, espero que como poco los refugiados estén como aquí.
Después de repartir todo regresamos y dos días que se han esfumado. De aquí me llevo la actitud respetuosa, preocupada y paciente de los griegos. La implicación de numerosas asociaciones que trabajan sin descanso. Y el estado de los campos y la buena respuesta de los refugiados, agradecidos, pacientes y educados.
Espero no tener que volver aquí jamás por esta razón, significará que Europa ha entrado en razón. Pero como bien hablaba con otro voluntario, no sólo provocan y mantienen las guerras por sus intereses, si no que encima no tienen remordimientos para con los refugiados que han huido y están perdiendo su vida en tiendas de campaña. Un 50% de ellos menores de edad

Viva San Fermín! Gora San Josif!

    Cuando allá por el mes de Mayo aterrizamos en Grecia, no teníamos muy claro dónde íbamos a pasar la primera noche. Nuestros compañeros Josu y Ramón, nos habían hablado del dueño del bar donde solían ir a cenar… y que éste tenía una casa…
    Así es como conocimos a Josif. Dicen que la primera impresión es la que cuenta, pero por suerte, este personaje a medio camino entre Jesús Gil y Carlos Fabra, a pesar de ser el capo de Axiópolis, tiene un corazón que no le cabe en el pecho.
    A cada voluntario que ha pasado por su casa, le ha tratado como a un hijo, cobrándole un precio irrisorio por comida y alojamiento. Y emocionándose con cada uno de nosotros que se volvía para casa.

    Pero Josif no es un caso aislado. Son muchos los griegos sensibilizados con la grave situación de los refugiados y colaboran directa o indirectamente con la causa.

Viva San Josif!   Gora San Fermín!

Seguimos trabajando


1 DE JULIO

El trabajo y la colaboración no es sólo necesaria en los campos. Gracias a estas manos de diferentes grupos colaboramos en una parte menos visible de la cooperación: la logística. Sin ésta, no sería posible ejecutar ninguno de los proyectos que estamos realizando. Así, tras varios días, acabamos satisfechos el traslado de cientos de cajas con ropa, calzado, juguetes… ( y hasta una zodiak!).

ZORIONAK EKIPO!!!!!

2 DE JULIO

Parte del grupo acude al campo de Oreokastro para empezar ahí con el proyecto de los extintores.

Otra parte del grupo ayuda en el proyecto de Hot Food preparando bolsas durante la mañana, donde personas independientes y de organizaciones, de diferentes nacionalidades, edades… creamos una cadena multiplicando por mucho la eficacia. El reparto se realizó en Softex, donde, agradecidos, nos invitaron a cenar en sus jaimas. La generosidad personificada en las personas refugiadas, compartiendo con nosotros lo recién repartido.

Jo, MILA ESKER! MIL GRACIAS!



3 DE JULIO

Compramos verduras y frutas en el mercado y las preparamos las bolsas en el almacén. Suena fácil? Ja! Que las bolsas se preparen bien
depende, entre otras muchas cosas, del cálculo de piezas o kilos que se necesitan según las tiendas que
tiene el campo en el que se van a repartir, y no es difícil confundirse. A
pesar de todo, con tiempo y ganas, las acabamos (y muy bien, encima!).  Satisfechos, vamos al campo de
Cherso a repartirlas tras haber recibido el permiso de acceso por parte de los
militares. Al llegar, dicen que no. Tras un tiempo de negozación, entramos en
el campo con la ayuda de uno de los refugiados, gracias a quien conseguimos
finalizar el reparto.

ES INCREÍBLE COMO SE RESUELVEN LOS INCONVENIENTES
INESPERADOS, DE NO PODER REPARTIR LA COMIDA PREPARADA DURANTE TODA LA MAÑANA A ACABAR BAILANDO CON LOS REFUS CELEBRANDO EL REPARTO! 
AUPA GU GUZTIOK!

4 DE JULIO

Divididos en grupos según las necesidades, parte acude al
mercado a comprar. Otra parte, unidos con miembros de otros grupos, acudimos al
campo Vagiochory (más lejano, más olvidado y por lo tanto con mayores
necesidades) para repartir bolsas de comida (limón, 3 patatas, 2 tomates,
remolacha, 2 zanahorias, 3 cebolla, 2 peras, 2 naranjas, perejil) y crema de
protección solar. 
GRACIAS ASHAN POR TU AYUDA EN LA DISTRIBUCIÓN DE LAS
BOLSAS!             
Parte de las bolsas
se entregaron en pisos del pueblo Bakala, donde un matrimonio griego acoge
personas refugiadas en su casa, además de alquilar pisos donde más familias
se hospedan. 

5 DE JULIO


Parte del grupo acude a la compra
en el mercado y parte a continuar el trabajo de prevención de incendios
colocando extintores.
          
Continuamos el día yendo al
centro sociocultural de Katarina, donde repartimos alimentación infantil (leche
en polvo, potitos…). Además, en otro almacén se recogen silletas y pañales que llevamos
al campo de Petra.  
No es necesario coincidir en la religión, idioma, cultura, edad… para entenderse. Coincidir con la mirada, esos segundos en los que tus ojos se cruzan con otros son suficiente para sentir que hay algo en tí que cambia y que en la otra persona produces un cambio.
Acabamos el día más tarde que el sol, sacando
fuerza de los ánimos que  y se realizan
bolsas con galletas y caramelos como detallito para fin del Ramadán.


Elkartasun Jaialdia – Festival solidario

Atzoko jaialdia primeran atera zen, eguraldia lagun, jende asko ekitaldi ezberdinetan eta giro ezinhobea.
Mila esker etorri zaretenoi eta modu batean ala bestean lagundu duzuen guztioi!!

Zoritxarrez gure laguntza beharrezkoa da eta  jarraitu beharko dugu lana egiten.

    Un éxito el evento en favor de los refugiados, celebrado ayer en Sarriguren.

Tras el espectáculo de circo que captó la atención de la chavalería, hubo avalancha de compradores de boletos en la Tómbola Solidaria que repartió bonitos regalos.

     El público de los hinchables tampoco faltó a su cita dejando un poco de sosiego para tomar una caña y ver los objetos y fotografías expuestos, en un intento de acercar a nuestra sociedad la dramática situación que se está viviendo en los campos de Grecia.

    A medida que pasaba la tarde y la gente más menuda se iba agotando, el escenario atraía las miradas y los cinco grupos que actuaron nos dejaban un maravilloso espectáculo musical.

    Gracias a todos por asistencia al evento, por la participación y colaboración recibida  de pequeñas y grandes empresas que en la medida de sus posibilidades han decidido poner su granito de arena y  han hecho esto posible.

    Queremos agradecer al Ayuntamiento del Valle de Egüés y a su personal de servicios múltiples por su buena disposición y por supuesto, a esa cuadrilla de artistas que se han subido al escenario y a quienes desde abajo más discretamente han empujado para conseguir que nos quedemos con un buen sabor de boca.

    Contamos con la presencia de otros colectivos que trabajan intentando dignificar la vida de las personas refugiadas como Zaporeak , Iruña Ciudad de Acogida y también estuvo presente de alguna manera nuestro compañero y colaborador de pedaleandoporlosrefugiados.es

    La situación de las personas que huyen de la muerte y del horror sigue sin variar por este acto, pero quizás podamos contribuir económicamente a aliviar algunas de sus carencias gracias a todas las personas que nos han apoyado y queremos creer que cada vez somos más los que estamos concienciados y deseamos un mundo más justo y más humano.

Gracias a Amaia Lasheras y a Mintxo Gorri por sus fotos que podéis ver junto con algunas nuestras aquí

Zizur solidario.

Os dejamos un artículo que la revista de Zizur Mayor «Al Revés» a publicado sobre el trabajo de varios voluntarios de la localidad en las islas griegas y en los campos del norte del país.

Si quieres leerlo con mayor comodidad, os dejamos el enlace de la revista del mes de Julio donde sale este artículo. Pincha aquí.

Kawa el dibujante.

Hace unos días me sorprendió este dibujo que describía gráficamente la odisea de una familia en su huida del Kurdistán sirio. Observándolo detenidamente, se podía ver la firma del autor. 

    Kawa es un kurdo que junto con su familia sobreviven en el campo de Katsicas, y casualmente Xosé Abab (un fotógrafo gallego que conocimos en EKO), nos cuenta brévemente su historia:

    Campo de Katsikas en Grecia. 
    Kawa y su familia salieron del kurdistán sirio caminando hasta el kurdistán iraquí. Desde Iraq pasaron a Turquía. La policia Turca los detuvo y estuvieron presos quince días. Finalmente pasaron de Turquía a la isla de Chíos en Grecia. Durante la travesía por mar, de noche, pasaron mucho miedo, con fuertes vientos, tormenta y lluvia. Kawa es un gran dibujante, trabajaba haciendo reformas y decorando casas con sus dibujos. Quieren llegar a Alemania, Holanda, Suiza o España. Actualmente no tienen recursos y dos de sus hijos tienen problemas de salud. 

Foto y microrelato de Xosé Abad.

    Pero el anterior no es el único dibujo que decora la tienda de de esta familia kurda. En éste se puede comprobar la visión de Kawa respecto a la crisis de los refugiados:

    El dibujo realizado por Kawa en el campo de personas refugiadas de Katsikas sintetiza muy bien la situación con la que Europa pretende resolver la situación, mirar para otro lado, negar el asilo y los derechos humanos y abandonar las familias que huyen de la guerra entre las grandes potencias, Europa incluida, por hacerse con el control geo-estratégico de Siria y Kurdistán y la circulación del gas y el petróleo por su territorio, lo que aumentaría en mucho los beneficios de los respectivos consejos de accionistas. La gente asesinada o que huye de la muerte no tiene importancia.

Pinceladas de esperanza

Toda esta gente lo ha dejado todo atrás, trabajo, casa, amistades, seguridad, y se encuentra ahora en una incertidumbre total. Son ya tres o cuatro meses, y previsiblemente serán muchos más, en este rincón del Mediterráneo, atrapados entre la guerra mortífera a sus espaldas y la insolaridad de la Unión Europea, que cruelmente bloquea su camino de huída. Esa Europa del «bienestar», la de las buenas intenciones, la abanderada de los derechos humanos, realmente de momento la única salida para todas estas familias, está a dos pasos de aquí, al alcance de la vista, presentándose como un caramelo deseado pero inalcanzable. Entre medio no hay más que una línea imaginaria existente sólo en el mapa pero que supone una muralla defensiva de papeleo burocrático y acoso policial difícilmente franqueable.

Sin embargo, en esta espera interminable y desgraciada la vida sigue su curso  y la alegría y las ganas de vivir van buscando rendijas por las que colarse para ir iluminando poco a poco este ambiente gris.
Las niñas y los niños son los grandes portadores de esa esperanza, Se les ve en cualquier momento jugando ruidosos y contentos por aquí y por allá, haciendo del campo de refugiados su nuevo hogar, casi como si de un camping se tratara. Unos corriendo detrás de un desinflado balón, otros practicando puntería con tirachinas hechos a base de trozos de guantes de latex y una botella de plástico cortada. Cuando vamos a colocar extintores se nos acercan enseguida, curiosos, con una sonrisa, «my friend, my friend», y al poco se le puede ver a Ione rodeada de pequeñas profesoras en una improvisada clase de cantos infantiles kurdos, o a Iker, a Luis o a mi con un cortejo de ayudantes de electricista tirando de alargadera.
Escenas de esperanza son también pequeños gestos aquí y allá, que dignifican la vida de los refugiados. El centro cultural del campo de Cherso, llevado por unos catalanes, es uno de ellos, con su pequeña escuela y hasta una improvisada pantalla gigante hecha con palets y telas. A su lado está la huerta donde ayer mismo empezaron a poder cultivar sus propias verduras.

Y como ésta, hay muchas iniciativas. A algunos campos,por ejemplo, llega por las tardes el tea-team,de unos voluntarios alemanes, que en una curiosa caravana ofrecen un lugar para tomar té a quien quiera. Aparte hay también médicas, enfermeras, matronas…

Desde Bomberos de Navarra, junto con EREC, estamos ya instalando extintores en los campos que vamos consiguiendo permiso y continuamos con el suministro de verduras frescas y otros alimentos a algunos campos para que puedan romper la monotonía de la comida de catering que les proporciona el gobierno griego. Aparte, algunos días, nos ha tocado colaborar en los almacenes donde se acumula la ropa donada para clasificarla y a hacer lotes de modo que sea más fácil su reparto.

Algunos de los campos, en general, los que están al aire libre, ofrecen una condiciones de habitabilidad mucho mejores que otros, ahora en verano por lo menos. 

En aquellos que están entre paredes y bajo techo uno de los grandes problemas es la sensación de hastío, de no tener nada que hacer, inmersos en un ambiente de cemento claustrofóbico y de calor sofocante. En el de Sindos una organización de ayuda ha alquilado una nave vecina para poder instalar una especie de café, un lugar de encuentro, con sofás hechos de palets, para que en el paso de las horas haya se pueda disfrutar de algún momento de cierto aliciente.

Hay mucho contraste aquí, historias bonitas en medio de la tragedia.